Normalmente, hasta el día de hoy las plataformas de streaming, para no decir únicamente Netflix, acostumbraban a hacer una recopilación de los mejores contenidos del séptimo arte (el cine), con la finalidad de revolucionar la forma en que consumimos las obras cinematográficas.
Si deseas saber el origen de Netflix y cómo fue su evolución, te recomiendo leer Los Comienzos de Netflix.
Ante la modernidad constante del espectador, franquicias como Netflix decidieron revolucionar la idea única del televisor y diversificar el alcance de contenido, con un plus de batallar la piratería de contenido que estaba representando enormes perdidas al mercado.
Así, notaron la rápida aceptación de las personas, quienes buscaban la comodidad y alcance del entretenimiento cuando y donde le necesiten.
Debido a este éxito, unido a la curiosidad de las posibilidades de expansión, se inició la producción autónoma de parte de Netflix (2013), la adquisición de productoras, compañías artísticas e incluso la posibilidad de que creadores independientes pudiesen tener un medio para dar a conocer sus obras.
Para entonces, guiados tan solo por un algoritmo único casi infalible creado por Netflix, encargado de estudiar al usuario según sus preferencias para entregarle el contenido acorde a sus gustos y una cartilla extensa que se iba haciendo más grande a medida que el proyecto iba adquiriendo mayor cantidad de contenido para distribución a aquellos que contratasen su servicio a precios mensuales accesibles a la media, terminó siendo un rival invencible para enormes compañías como HBO o Disney, quienes seguían estancados en la idea de la televisión por cable e ingresos basados en estrenos.
Por supuesto, esta amenaza de Netflix representó la necesidad de modernizar sus métodos, pero ahí me pregunto, a base de lo que representan empresas cómo HBO, identificados con slogans cómo «no es televisión, es HBO», «Simplemente lo mejor» o «Es más de lo que imaginaste, es HBO» especializados en la idea de que menos cantidad de productos representan posibilidad de calidad, ¿diversificar a la expansión de contenido para crear extensas cartillas no perjudicaría la calidad de su material, perdiendo lo que le hace únicos?
Aún así, mientras HBO sigue en la duda de si debería arriesgarse o no, Amazon y Disney se han adelantado al asunto, presentando proyectos a un futuro cercano que se supone derrocaran a Netflix de su trono.
Tal es el caso de Disney+, plataforma de streaming cual servicio de suscripción de transmisión de vídeo en línea operado por Disney Streaming Services (BAM Tech en el pasado) que promete incluir el contenido de Pixar, Marvel, Star Wars, National Geographic, las más destacadas franquicias de 20th Century Fox, y las más recordadas películas de Blue Sky Studios.
Aunque originalmente se supone será únicamente para USA y luego se expandirá según los resultados, se plantea un cambio que dice para el 12 de septiembre de éste año se presentará una versión de prueba y de acceso gratuito en Países Bajos.
Según los resultados obtenidos, según The Walt Disney Company, la versión definitiva tiene fecha de lanzamiento en España y otros países europeos para el 31 de marzo de 2020. En toda Latinoamérica (Excepto en Venezuela) se lanzará a finales de 2020.
Cabe resaltar, así cómo Disney se hizo con la adquisición de bestias del mercado cual 20th Century Fox y Pixar, también Netflix, Hulu (en parte propiedad de Netflix) y Amazon hicieron sus movidas que decidirán a un futuro quién ganará.
Si deseas saber más referente a ésta rivalidad, sus procesos y adquisiciones, te invito a ver mi vídeo de YouTube donde hablamos más profundamente referente al tema.
Dicho esto, la verdad es que a mi parecer, a la hora de hablar de streaming, no deberíamos limitarnos a los servicios de retransmición de video, difusoras o distribuidoras de la séptima arte.
Hoy en día, el mercado tiene una mayor diversificación, en la cual un gran número de consumidores suelen venir de plataformas de creadores independientes de contenido como serían Twitch, Youtube, Youku Mixer e incluso las plataformas streaming de Facebook.
Es de obviar que aún queda un gran camino por recorrer para las empresas de entretenimiento, avanzando entre pasos de rivalidad, modernización y ergonomía antes de decidir el orden que prevalecerá (temporalmente) ante la nueva era.
Y tú, ¿Cómo crees que será el futuro para las empresas de streaming como Netflix?