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  • COMO ELIMINAR LOS HUECOS Y MANCHAS DE LAS ESPINILLAS (ACNÉ)

    COMO ELIMINAR LOS HUECOS Y MANCHAS DE LAS ESPINILLAS (ACNÉ)

    La mayoría de personas queremos un rostro de porcelana sin imperfecciones. Suave al tacto, luminoso, sano y terso.

    Lamentablemente, son muchos los adversarios que podemos encontrarnos en ésta contienda.

    Una mala alimentación, una mala higiene e incluso las hormonas pueden arruinar por completo nuestro sueño de cutis perfecto.

    Aunque bien es cierto que en la pubertad estamos más propensos de sufrir acné, podemos ser victima a cualquier edad. Se calcula que un 80% de las personas entre 11 y 30 años pueden llegar a vivir ésta enfermedad cutánea.

    Es incluso una certeza que 8 de 10 adolescentes se encuentran a su merced o corren el riesgo de ello.

    Seas hombre o mujer, el acné puede llegar a tenerte en la mira. Aquí no hay discriminación alguna.

    Hay ciertas costumbres cómo disminuir el estrés y tener una buena alimentación que pueden ayudar a contrarrestar los efectos de ésta enfermedad.

    Saber que debes evitar ingerir para prevenir el acné, dormir bien y una buena higiene son la mejor arma contra éste tormento.

    Pero muchas veces, deshacernos no es suficiente. El acné se las empeña para dejar su huella en nuestra piel y recordamos que estuvo ahí.

    Aún así, ¡con los siguientes trucos podrás hacer desaparecer los huecos y manchas producidas por el acné y lograr la piel de sueños!

    Debes recordar que las técnicas caseras pueden llevar un tiempo, algunas más que otras… Pero, te puedo asegurar que con paciencia verás resultado y sin un dolor grande en los bolsillos ni pasar por tratamientos invasivos en el cuerpo.

    Trucos para quitar las cicatrices del Acné

    Aquí te dejaré un par de recetas que puedes utilizar para contrarrestar y eliminar por completo esos molestos huecos y manchas del Acné.

    ¿Estás listo?

    Es hora de decirle adiós adiós a las espinillas y hola al cutis de porcelana.

    pepino y tomate

    TOMATE Y PEPINO

    Tiene betacaroteno, lo cual le convierte en un excelente exfoliante.

    PASOS

    • Licuar mitad y mitad de un tomate y un pepino
    • Introduce un algodón en la mezcla. Debe quedar impregnado
    • Dejar puesto por 15 minutos
    • Enjuagar rostro con agua tibia y jabón

    MIEL

    Regenera células y da suavidad a la piel.

    PASOS

    • Solo necesitaras miel. Aproximadamente la medida de una cuchara de té equivale a todo el rostro.
    • Toma la miel en la yema de tus dedos y aplica en la zona a tratar
    • Deja actuar por 30 minutos.
    • Enjuaga el rostro con abundante agua tibia y jabón. 

    Aloe Vera / Sábila

    Este tratamiento tiene propiedades curativas y muy efectivas en el rostro.

    PASOS

    • Necesitarás la mitad de una penca de sábila
    • Debes retirar la cáscara hasta que el gel sea cómo cristal
    • Aplica el gel en todo el rostro por media hora
    • Enjuaga con agua tibia y jabón neutro

    ZUMO DE LIMÓN

    Recuerda aplicarlo solo en la noche. Tiene propiedades blanqueadoras y astringentes.

    PASOS

    • Exprime el sumo de un limón en un envase
    • Con un algodón, aplica en el área afectada. Evitar el área de los ojos
    • Dejar por 15 a 20 minutos
    • Enjuagar el rostro con abundante agua tibia y jabón

    BICARBONATO

    Excelente para desinfectar y como exfoliante, más por ser muy fuerte se recomienda una vez por semana.

    PASOS

    • Aplica un poco del bicarbonato en el área afectada
    • Deja actuar 30 minutos
    • Enjuagar rostro con agua tibia y jabón neutro
  • ABC DEL MELÓN Y CÓMO CULTIVARLO

    ABC DEL MELÓN Y CÓMO CULTIVARLO

    Ésta es una fruta que tiene un protagonismo especial en los meses de verano por sus propiedades refrescantes y se caracteriza por su gran tamaño y la corteza dura de la que está provisto.

    ¡Pero no solo por eso! , ¡Su origen es muy impreciso!

    Unos lo sitúan en Asia Central y otros, en cambio, afirman que proviene del continente africano.

    Lo que sí sabemos es que se trata de un alimento antiquísimo, pues se han encontrado representaciones de este fruto en las tumbas egipcias.

    También, era denominada como La Mano Maestra de Apolo y considerada Tan Beneficiosa como el Sol. Incluso, ya en los manuales romanos se daban pautas sobre su cultivo.

    El Melón es una de las frutas de mayor tamaño. Su peso comprende desde los 800 gramos hasta los 4 kilos y el color depende de cada tipo. Su corteza puede ser verde, anaranjada, amarilla o blanca. La pulpa va desde tonos blancos hasta verdosos, pasando por el crema, amarillo y naranja. Y las semillas que albergan en su interior, son de color crema y están envueltas en una masa gelatinosa.

    Pero lo más característico de esta fruta es sin duda su sabor, que en la etapa de madurez endulza y refresca nuestro paladar.

    Cómo les mencioné hay una gran diferencia entre unas y otras. Es por eso, que vamos a profundizar un poco al respecto.

    Variedades

    Este manjar es fruto de la melonera, una planta anual y herbácea, de porte rastrero o trepador.

    Su tallo, que puede alcanzar entre los dos y tres metros de longitud, se compone de nudos de los que brotan zarcillos, flores y hojas de las que se desprenden a su vez nuevos tallos.

    Las flores son de color amarillo y pueden ser masculinas (aparecen primero), femeninas o hermafroditas. Las hojas son vellosas y su diámetro oscila entre los 7 y 15 centímetros. La forma del fruto es variable, pudiendo ser esférica, elíptica u ovalada, y tiene una cavidad central en la que alberga las semillas.

    Existen muchas variedades de este fruto, pero los seis tipos más comunes son:

    MELÓN AMARILLO CANARIO

    MELÓN PIEL DE SAPO

    MELÓN TIPO ROCHET

    MELÓN BLANCO DE RIBATEJO

    MELÓN TENDRAL

    MELÓN CANTALOUPE

    MELÓN HONEYDEW

    MELÓN GALIA

    ¿Cómo se cultiva?

    El melón es una planta de climas cálidos y no muy húmedos, por lo que no es conveniente el cultivo en zonas húmedas y con poca luz.

    Su desarrollo, floración y maduración óptimos se producen a una temperatura de entre 20ºC y 39ºC. La humedad oscila en torno a los 55ºC y 70ºC y la luminosidad es determinante para la fecundación de las flores y la absorción de elementos nutritivos.

    La temperatura del suelo debe estar a un mínimo de 15ºC, evitando la época de heladas para su cultivo, y se debe llevar a cabo al aire libre.

    Existen dos procedimientos de cultivo. La siembra directa y el trasplante.

    Cuál se lleva a cabo depende de la época de cultivo.

    En el primer método, las semillas se colocan mediante pequeños golpes, y se cubren con uno o dos centímetros de arena, turba o humus de lombriz.

    En el segundo, inicialmente se realiza la siembra en el semillero, y a las seis o siete semanas, cuando la primera hoja esté totalmente desarrollada, se procede al trasplante. El fruto no debe cosecharse hasta que la madurez esté asegurada.

    Mantenimiento y Recolección

    Para evitar que la planta se pudra, el riego debe efectuarse evitando que el agua toque las hojas, por lo que es aconsejable hacerlo mediante surcos o por goteo.

    Es necesario llevar a cabo un ‘despulgue’, es decir, un raleo de hojas para que la planta no crezca muy vigorosa y con pocas flores femeninas, que son las que originan los frutos.

    Para aumentar la temperatura del suelo, disminuir la evaporación del agua y aumentar la calidad del fruto colocaremos una película de polietileno negro o tunelillos de plástico con arcos de alambre sobre la plantación.

    En cuanto a la madurez, existen tres grados:

    • Fisiológicamente inmadura para el consumo. Tiene lugar cuando el fruto carece de aroma y presenta un color blanco con tintes verdosos y piel vellosa.
    • Fisiológicamente en proceso de maduración. Aquí advertimos un ligero aroma y todavía no cede con la presión manual.
    • Tiene la madurez para consumirlo. Ésto es, cuando observamos tintes amarillos. El aroma es notable y el fruto ya cede cuando ejercemos fuerza sobre él. Finalmente, para conservar una calidad óptima es necesario un rápido enfriamiento tras la cosecha.

    Si llevamos a cabo el cultivo controlando la temperatura, el clima, la humedad, la luz y el suelo, seguimos las pautas de mantenimiento señaladas y controlamos adecuadamente el grado de maduración, lograremos unos fantásticos frutos listos para endulzar nuestro paladar.