¿Qué es lo que de verdad quieres en la vida, pequeña?, dice una voz a las anchas. Sus ojos cristalinos reflejan el vacío que yace frente a sus narices.
¿Qué es lo que de verdad quiero, he de saber?
Un vacío se refleja, pues es un vacío lo que se esconde alrededor de su cuerpo, percibiendo voces ahora ya perdidas.
No hay respuesta a la pregunta, cual no hay dueño de las palabras pronunciadas.
Si aquel vacío estuviese lleno, y fuese suya la potestad de erguir un nuevo mundo, ¿podría discernir que pertenecería a lo nuevo y que debería permanecer en el vacío?
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