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  • Hablemos de enfoques del Coronavirus, más allá de la enfermedad en sí.

    Hablemos de enfoques del Coronavirus, más allá de la enfermedad en sí.

    Si nos vamos a una perspectiva Scifi, podemos tomar esta experiencia para observar las distintas reacciones que han tomado los países y organizaciones, permitiéndonos discernir cual podríamos considerar más competente y cuales serían las posibles respuestas y prioridades que se darían en situaciones de crisis mundial de igual o mayor gravedad.

    En el caso de Latinoamérica, entre lo que pude observar, se da un menor conocimiento referente a medidas de higiene y uso de ciertos elementos como el tapabocas, quizás por falta de costumbre.

    Esto, por supuesto, sumado a que en muchos casos el clima no favorece para este tipo de accesorios que son indispensables y se convierten en elementos clave para la salud ahora que se da todo el asunto del Coronavirus.

    Si necesitan ideas sobre como realizar un tapabocas casero temporal para una emergencia rápida o comprender la forma correcta de usar, les dejo el siguiente vídeo:

    Siguiendo con el análisis, el asunto no se queda allí.

    En otros países que no hay necesidad de mencionar, pudimos percatarnos de la falta de orden y control sobre la población, así como de las prioridades culturales un tanto ilógicas a la hora de hablar sobre «supervivencia».

    Por supuesto, debemos resaltar también que en los mismos puede observarse capacidades de adaptación rápida a la situación, principalmente en el tema de alternativas enfocadas a la educación.

    No entraré en profundidad en asuntos políticos, considerando que el desenvolvimiento de mi sitio web se mantiene al margen en dichos contenidos, con una perspectiva neutra y apolítica centrada en la antropología y reacciones psicosociales.

    Más aún así, si nos vamos a un enfoque bélico, me parece particular el hecho de como en ciertos casos tomaron cómo una ventaja la atención que acapara esta desgracia para escudriñar y aprobar tras bambalinas actividades que podrían considerarse desde poco lógicas hasta en casos extremos, de lesa humanidad.

    A la par que la pandemia del Coronavirus se desenvuelve en sus diferentes facetas, se puede percibir la intensificación de guerras en las sombras, lejos del ojo público sin necesidad de ser disfrazadas o excusadas, situación que podría haber tenido que llevarse a cabo hace apenas unos meses.

    También, considero admirable el que muchos mantuviesen el apoyo a causas que se temían fuesen descuidadas en estas situaciones de cuarentena, donde podía darse casos de encierro con agresores y demás.

    Un aplauso a estas personas caritativas que 24h están apoyando a aquellos que viven circunstancias menos gratas, al igual que a todos los médicos, personal de enfermería, farmacología y salud que arriesgan su vida día a día para que podamos salir airosos de esta crisis.

    Retomando el análisis de las facetas, si nos vamos a otros lados un poco más marginales, podemos ser espectadores del espectáculo donde es casi como si quisieran «espulgar» sus tierras.

    Se ve el abandono a miles de personas, bajo la idea de que son inmigrantes, humanos bajo apatridia o ilegales. No es novedad el como en estos últimos años los países se han pasado la vida de estas personas por los suelos entre unos y otros, como si de un juego de balonmano se tratase.

    Y si eso no fuese suficiente, entra el tema económico que ha afectado drásticamente a un incontable número de empleados los cuales solo podían contar para vivir con el bolsillo que llenaban cuando llegaba la quincena.

    Los rubros y las bolsas de valores se encuentran en una oleada masiva a simple vista impredecible que esconde bajo llave un juego de poder y nuevas formas de dominio masivo.

    No es tan ilógico que, al inicio de este año con todo el asunto de la pandemia, la mayoría de los rubros cayeran y pudiésemos observar a la hora de estudiar el mercado el como todo lo mercantil se inflaba. Aunque estas diferenciaciones se mantuvieron por unos días, de la nada empezaron a haber variaciones principalmente en el enfoque tecnológico que dieron un poco de estabilidad al mercado en sí.

    No por nada que un par se tomaran grandes porciones del mundo a la hora de darse esa situación, para luego al estabilizarse desnivelar la balanza a su favor, como parece fue en el caso de las adquisiciones de China.

    Personalmente, no encuentro mucha sorpresa en esa decisión y no comprendo por qué tantas personas se lo tomaron por sorpresa considerando literalmente fue lo que dijeron a inicio del año pasado harían en lo que se diese la oportunidad idónea. Y a ver, que les cayó maravilloso.

    De aquí que de pronto comenzáramos a ver usuarios nuevos Chinos en algunas app, donde era un algo inusual. Un ejemplo de esto es Steam.

    En general, las plataformas occidentales no suelen serles de mucho interés pues no es mucho lo que tengan que envidiar.

    Bilibili, Youku, QQ, Douyin… Hay una versión China para todo, que casi siempre suele ser mucho mejor que la versión de occidente y hasta hay casos donde de estas es que se originan grandes app de moda hoy en día, cómo es el caso del ahora tan utilizado Tik Tok, basado en la app China «Douyin».

    Pero eso no significa que no hayan app occidentales que sean de su interés.

    Tal es el caso de Steam, cómo les estaba comentando, que literalmente a las 6 horas de adquisición de nuevas acciones de la misma empezaron a aparecer juegos Chinos que en el pasado tuve que adquirir por otras plataformas solo funcionales en Asia. También, jugadores recién registrados aparecieron por montones destruyendo los rankings que muchos habíamos mantenido por un largo tiempo.

    Recordemos que en 2017 se habían prohibido las comunidades de juegos occidentales en China por varios factores y que apenas en Agosto del año pasado (2019) Valve había anunciado aterrizaría en el mercado Chino.

    Esto se dio gracias a Perfect World Entertainment, quienes cuentan de hecho con la plataforma Arc donde en mi caso solía adquirir los juegos asiáticos que no suelen encontrarse para occidente, esos mismos que les mencioné anteriormente.

    Ni hablar de toda la maraña de asuntos que había que hacer para poder concretar esas compras, considerando muchas veces no aceptaban los métodos de pago occidentales. Pero esa historia se las dejo para otro momento.

    Hay que tomar en cuenta que esta llegó con un nuevo nombre,  «Zhengqi Pingtai» (traducido literalmente como Plataforma Steam), e iba a contar con una severa restricción de contenidos y funcionalidades.

    Para aquel entonces, los usuarios de China sólo estaban presentes en esta nueva plataforma independiente, sin poder jugar o contactar con los usuarios del resto del mundo…

    Es decir, no afectaban en los ranking mundiales, no tenían acceso a toda la cartilla de juegos y las comunidades, así cómo toda la base de datos en sí, se encontraban alojadas en China.

    Con la adquisición de acciones durante el fenómeno de la bolsa dada por el Coronavirus, todo el asunto cambió y mágicamente, como si se tratara de una invasión de jugadores, aparecieron usuarios de este país en todos los rincones de la plataforma.

    Esto tiene sus pros y contras, principalmente a la hora de considerar que por experiencia propia puedo decir, estos usuarios son realmente habilidosos y competitivos en los juegos. Pero, por otro lado, considero muy gratificante poder compartir con amigos de este país con quienes jamás había podido jugar ciertos juegos, el hecho de la globalización más visible del mundo gamer y la necesidad de una mayor capacidad es… ¿Cómo explicarle?

    De una forma resumida podría decir que es ¡SUPER DUPER MEGA RECONTRA ULTRA EMOCIONANTE!

    Noté en los medios y al conversar, que las personas están enfrascadas en la idea del por qué, como si el origen fuera la clave secreta del universo para recuperar lo que en el presente se ha perdido, en vez de enfocarse en un par de aspectos que podrían considerarse «esenciales».

    A ver, que sinceramente soy una adicta a la historia y a analizar hasta las entrañas las razones y las formas, pero no creo que debamos dedicar nuestra atención a las razones teóricas o búsquedas de culpables en momentos de contingencia y caos.

    Vemos un intercambio masivo de especulaciones, motivos y factores siniestros tanto entre la población «común» en sus conversaciones diarias hasta entre los mismos personajes representativos de organizaciones y naciones…

    Personalmente me parece un tanto absurdo.

    Sí, ya sé que es bueno conocer el inicio pues muchas veces te explica el por qué las circunstancias se desenvolvieron de la forma en que se dieron, pero eso es un estudio para comprender y aprender de las experiencias vividas.

    A mi parecer, a la hora de una circunstancia urgente donde las respuestas pueden ser obtenidas de un factor directo como en el caso de una enfermedad podría ser el estudio del virus mismo, no encuentro mucho sentido a convertir en el eje principal el marullo político.

    Insisto, no tengo nada en contra de que se investiguen las razones y algunas veces puede ser la respuesta a ciertas interrogantes, pero en estos casos que requieren respuestas inmediatas no le considero el enfoque lógico, indiferente de si es hecho con intenciones solemnes o por mera distracción del público espectador a las eventualidades que engloban lo referente al tema, en este caso el Coronavirus.

    ¡Ay! ya que andamos en esos temas, sigamos en los mismos que hay un punto que siento en los huesos debe ser tipeado.

    Las sanciones y más sanciones.

    Entiendo que en estos tiempos el manejo social está basado en la diplomacia e hipocresía, pero con el absoluto respeto y sin deseos de ofender, me parece algo iluso el seguir presionando países por medio de sanciones a la espera de que gobiernos actúen según sus regimientos, cuando hay una crisis a nivel mundial como viene siendo la del Covid-19 más aún tratándose de países de bajos recursos o sin acceso a elementos de primera necesidad, como es lo referente a salud y alimentación.

    Y que conste, no me refiero a un país en específico. Habrán unos más conocidos que otros, o que han sufrido más el asunto, pero son muchos los que se encuentran bajo estas cadenas que al final, a quienes perjudican más es a la población mayoritaria de esas naciones.

    A ver, pongamos así el asunto.

    Normalmente estas sanciones son puestas a los países con la finalidad de que los gobernantes actúen de forma correcta según lo establecido en las normativas internacionales dado que rompieron normas, hicieron daño a su «pueblo» o población, tienen un mal manejo político o pare de contar las diversas posibles razones, pus no es ahí donde deseo enfocarme.

    Es decir, es cómo un castigo que le pone un padre al hijo ya sea en modo preventivo para que sepa lo que no debe hacer o en forma de reprimenda por algo que hizo mal, en contra de las normas establecidas en la familia.

    Estos castigos pueden ser de mayor o menor duración o intensidad, según tenga que ser el enfoque del mismo.

    Entonces, pensemos que el hijo tiene una mascota y el castigo que el padre le coloca es que no va a tener acceso a dinero ni podrá salir a hacer compras, pero puede hacer uso de lo que tiene en la casa.

    Se agota la comida de la mascota y este solo puede comer lo que le da el hijo. Si el hijo no puede salir a comprar la comida de la mascota, ¿qué va a comer este?

    En un caso ideal, por supuesto, el hijo compartirá la comida con la mascota. Esta no cubrirá la necesidades de ninguno de los dos pero no se morirán de hambre mientras buscan una solución.

    Pero, y si al hijo no se le ocurre la idea, la mascota no le muestra que tiene hambre o en el peor de los casos, no desea compartir su comida porque el hijo siente que quedaría insatisfecho, ¿qué pasaría con la mascota?

    En este caso hipotético, el padre no pensó al respecto, así que tampoco le alimenta. O está al tanto, pero le ve como un daño colateral por una causa mayor. Solo observa a la espera de que el hijo cumpla con las condiciones o se logre el cometido en proceso.

    Mientras, la mascota podría enfermar a un grado irreversible o incluso morir de hambre.

    ¿Qué culpa tenía la mascota para terminar llevándose la peor parte del castigo?

    Quizás en algunos casos la mascota haya roto algo, pero seguramente porque el hijo no estuvo al pendiente o no le enseñó, pues la mascota es responsabilidad del hijo. Este debería estar al pendiente de la mascota y guiarle de la forma correcta.

    ¿Podría decirse que es culpa de la mascota? Sí y no.

    Pero este es solo un caso, en la mayoría de las veces la mascota solo será un tercero dependiente incluido en el asunto, que nada tuvo que ver.

    Claro, eso no significa que el padre no deba castigar o poner normas, ni que no existieran alternativas donde la mascota no fuese afectada, más en este caso se dio de esa manera.

    Ahora relacionemos el ejemplo con el tema de las sanciones.

    Aclaro que, solo es un ejemplo, en ningún momento hay intención de ofender ni agredir en la comparativa bajo la idea de que sea una mascota, un hijo o un padre.

    Dicho esto, prosigo.

    Si el hijo es el gobernante, el padre las entidades encargadas de los lineamientos y la mascota es la población, ¿tiene sentido que las sanciones dadas a un país hagan morir de hambre a su gente cuando las mediaciones se supone son a un individuo o conjunto en específico, como podría ser el caso del gobernante?

    No lo sé, solo digo. Quizás me equivoco.

    Y les recuerdo, digo esto desde una perspectiva analítica, alejada de cualquier enfoque político o representativo de un movimiento, partido o ideal. Es un ejemplo aplicable para cualquier caso conductual humano, no solo naciones.

    Aún así quisiera recordar que un gobernante es un líder. Representa un grupo de personas. Desde el capitán de un equipo de fútbol hasta los personajes políticos tienen una responsabilidad con y para todas las personas que colocan su confianza en los mismos.

    No tengo palabras para decir lo absurda que me parece la insensatez humana que se ha podido observar en estos días, basada en quien sabe que razones.

    Supongo que las hay, porque bien puede verse como excusan y hasta les convierten dignos de reconocimiento a la hora de tomar acción sin pensar, algunos de forma egoísta y en búsqueda de un auto-reconocimiento, excusados en la idea del bien mayor.

    Hay casos, cómo el de salir todos a los balcones que quizás podríamos etiquetar de inocente o el de cometer el error de hacer chistes sobre temas serios que terminasen comercializando infusiones de desinfectante para baño con el fin de ingerirle, que te hacen pensar un poco referente a la colectividad humana.

    La ingenuidad e inocencia pueden ser positivas o negativas, pero no deben ir a la par de la ignorancia cuando tus acciones están siendo copiadas o admiradas. Hay un peso a la hora de ser el ejemplo que denota respeto y responsabilidad hacia aquellos que te observan.

    No digo que, por ejemplo en el caso del desinfectante sea culpa de quien pronunció tal frase que podría excusarse en la idea de estar colmada de comedia ni tampoco de aquel que aún a sabiendas de que es un algo dañino decida hacer lo que escucha como el que se tira del barranco solo porque otros le hacen, sin hacer uso de la lógica o guiarse por la curiosidad del querer estar bien informado.

    Estas son acciones donde el peso se equivale equitativamente, dejando el asunto sin culpables. Y es que no hay importancia en quién o qué o cuál es la razón por la que se dieron estas circunstancias, son un desastre desde donde sea que les veas.

    En el caso de los balcones, piensen en esto.

    Sabemos poco y menos aún era sabido en aquel entonces cuando estaba esa moda para «compartir en grupo» referente al virus y como se dan sus mutaciones.

    Si todos salen a sus balcones, uno arriba del otro y en algunos casos incluso al frente en edificios cercanos por como pude ver en varias construcciones, parece que todo está bien, ¿cierto?. Esto debido a que se recomienda mantener una distancia aproximada de 1.5 metros y ahí en cierta forma se está cumpliendo.

    Recordemos que el contagio se transmite principalmente por estar cerca de personas al estornudar o toser (aunque se creen hay otras formas de contagio y por eso te recomiendo tomar en cuenta las medidas de prevención correspondientes).

    Hasta donde tengo entendido, los virus no están exentos de la influencia de la gravedad y mucho menos si se transmiten por fluidos como la saliva, ¿o sí?

    Entonces, digamos que el que está arriba pega uno de esos bonitos y estruendosos estornudos salpicadores que se escuchan en el cielo y la saliva empieza a caer mágicamente. ¡Hay altas probabilidades de que pueda caerle al que se encuentra en el balcón de abajo!, más aún si ambos estaban apoyados en el barandal del balcón sin un piso que intermedie la salpicada…

    Y si a esto le sumamos la brisa, quién sabe cómo podría ser el proceso. Puede que no pase nada cómo también puede que sea una catastrófica decisión.

    Por cierto, me gustaría resaltar que esto es visto desde una perspectiva personal, sin bases oficiales ni el mínimo deseo de juzgar, simplemente doy una opinión de lo que veo. Recordemos que errar es de humanos y puede que algún dato luego se demuestre que no era así o que en mi saber no esté tal información.

    ¡Pero no todo es negativo!

    Podríamos cambiar nuevamente el enfoque y tomar la idea de esta cuarentena como un aislamiento necesario y no como algo similar a un arresto domiciliario, agradeciendo que debido a toda esta situación han habido impactos muy positivos en lo que al ecosistema se refiere.

    Es una bocanada de aire fresco para el planeta luego de tanto tiempo, que tenía muy bien merecida.

    Todo lo que se ha logrado desde un enfoque verde es impresionante y en tan poco tiempo que siento que se merece el protagonismo de un artículo enfocado solo en ese tema, no se que tal les parece la idea.

    Creo que hasta aquí he llegado por hoy…

    Considero son un par de tópicos superficiales que se han podido observar con mucha intensidad estos días y quería expresarles por este medio.

    Dicho esto, ¿tú que opinas?

  • Cúmulo de por qués

    Cúmulo de por qués

    Supongo que en algún momento de nuestra vida llega ese instante en el que nos preguntamos «¿por qué?», aún cuando puede que sospechemos la respuesta, como si pidiéramos a gritos por auxilio.

    Un bocado de aliento que pueda volver a dar vida a nuestros pensamientos aturdidos por la duda, la intriga de las experiencias que nos presenta la existencia misma.

    Lo más particular del asunto es cuando, a la hora de ser, aún en búsqueda de vivencias opuestas al pasado se repita la situación, resurja la duda. Y así, ya no es un simple ¿por qué?, sino un saco repleto de interrogantes sin respuesta, no porque no existan, sino por el hecho de que deseamos que se mantengan en incógnitas, debatiendo entre razones.

  • La Egomanía de la Comprensión Ajena

    La Egomanía de la Comprensión Ajena

    Existen distintos tipos de experiencias y por supuesto, distintas formas de vida.

    Es egoísta suponer que porque una vivencia nos genere una epifanía inconmensurable, será visto de tal manera para aquellos que nos rodeen. Más aún, a sabiendas, esto representa que tal persona considerase nuestros verdaderos intereses e intentase comprender la perspectiva individual ajena.

    Pero cómo bien sabemos, el ser humano es codependiente, egoísta y evolutivo. Vive constantemente en búsquedas de sí mismo, conscientes o inconscientes.

    De aquí que, muchas veces, aunque estemos al tanto de tales lógicas indiscutibles del cómo somos y la probabilidad del cómo podrían ser los otros, constantemente nos encontramos a la espera de un posible resultado alternativo, regido por la mínima verosimilitud de un cambio notorio casi inmediato.

    Aunque lo imposible no es posible, en la indiscutible contrariedad de la frase misma, se encuentra tendiendo del hilo de las providencias del mero trámite de la comprensión humana arraigada a su pilar más fuerte, la comunicación.

    He aquí que en casos ocurrentes, aún bajo el intento de finiquitar tal proceso de entendimiento, por las mismas desigualdades y perspectivas variantes se genere un embrollo enmarañado a nuevas retóricas de nunca acabar.

    Como si se tratase de un exhaustivo duelo, muchas veces irreverente, se intercambian razones y emociones a flor de piel que expresan el por qué individualizado bajo el pretexto evasivo en socapas que usan al prójimo cual artillería en el combate.

    Y así queda, en un ciclo sinfín, a veces simulando razones saldadas y en otras, premisas paulatinas que aparentan la idea de escalonar cada vez más cerca de lo que pareciera es una línea de meta inexistente.

  • Ciclo de Esperanza de un Alma Inocente Corrompida

    Ciclo de Esperanza de un Alma Inocente Corrompida

    La vida está compuesta de finales y principios. Es la esencia básica de la naturaleza misma. Con cada cierre, renace un nuevo y puro homúnculo tornasol.

    Muchas veces, las penumbras del sosiego aniquilan de forma abrupta la intensidad del centelleo ingenuo e infantil. Quiebran su fe.

    La ligereza de los pasos se vuelven fangosos y ruines, como los tormentos que juegan con la ilusión del quien que cualquiera podría ser. Supone la sed de una razón, que resurge en la bajeza del desconcierto.

    Cuando del alma ciega y cómoda se trata, la ingenuidad corrompida olvida la verdadera razón, convirtiéndose en un ser esperanzado y da a existir un mundo atestado de abacerías análogas.

    Siendo así, que se convierten en la misma boca de lobo de aquellos que aún son desemejantes de su apatía originada por la inocencia aniquilada, juzgada como una euforia de ensoñación irreal, que no fue más que una alteración de propias ideas desde la perspectiva “inculta”, según influenciada por la sociedad del hoy en día.

    De pronto, la moral se encuentra abrumada por la ética construida de los indolentes engravecidos por su falsa conciencia gris en vez de ser respaldada la ética por la moral del individuo existencial.

    Y claro, aparece una centella a la mar. Una clavelina que decidió despertar. Como la pureza inquebrantable que palpita dentro de cada homúnculo dormido.

    Un alma que no fue tocada por las pastosas hebras al acecho de la candidez genuina.

    Aquel ser que, aunque se encontró en cara con la vida, decidió enfrentarla aun sin escudo ni espada. Con defensa en su propia palabra y su fe en lo autónomo, fuerte como dientes de lapa en corazas sin dejar rastro alguno, tal cual zafiro en bruto.

    Es en su interior, sin saber lo que es, que empieza a despertar en la mente ajena la luz que se proyecta en sus ojos y la calidez en su piel.

    Así, la esperanza se vuelve fe, la tristeza se torna en alegría, el vacío se encuentra lleno y las escalas del gris se tornan de diversos colores.

    Vuelve a renacer en sí mismo. 

  • Siendo un auto-estorbo

    Siendo un auto-estorbo

    Cuantas veces nos hemos detenido y entorpecido el camino buscando razones, motivos y culpables…

    No sé ustedes, pero yo podría decir que he perdido la cuenta. Más que por ser cierto, para que fuese aún mayor el vínculo a la historia.

    Pero no. El interés por esas absurdas hipocresías en búsqueda de enganchar en el melodrama expresado lo dejaré para otro artículo.

    Que bazofia mundana podemos ser muchas veces, enmascarados ante la supuesta ignorancia del hecho. No es que no lo sepamos, es que simplemente decidimos no saber. Muchas veces, cómo un acto inconciente, una coraza que nos proteje o simplemente por existir en modo automático.

    No digo que esto esté bien o esté mal. Eso lo dejo a la moral de cada quien. Allá tu si lo ves así o no. Tan solo estoy diciendo aquello que muchas veces podría haberme sido útil decirme a mi misma, pero que no lo hice porque no tenía las agallas o siquiera el saber de ello.

    Y les seré sincera, ser una bazofia mundana tiene sus lados positivos. Somos humanos, no entes purificados en la cima del Monte Kailash o iluminados del Tantraloka. Mis respetos, si quien lee esto se encuentra entre los dichosos de alcanzar tal logro. Bien sabemos, si ha de ser el caso, que se comprenderá el contexto del asunto hablado, entendiendo va más allá de la idea de lo espiritual y lo mundano. Se entendería entonces, que se requiere un equilibrio y fácilmente se puede tener un lazo inquebrantable con lo etérico sin perder la chispa de las maravillas terrenales.

    O quizás no, que se yo. Solo sé que en este momento mis intereses por indagar y escudriñar entre temas esotéricos y filosóficos son nulos.

    ¡Ja! ¿Se imaginan? La yo del pasado se jactaría de refregarme la frase previa en el rostro y en extrema cortesía abofetearme con la realidad de lo ahí expresado.

    «Solo léete y entérate de que eso no será así ni siquiera bajo orden de tu mismo Yo». Puedo escucharme en mi cabeza diciéndolo. Bueno, es que en efecto lo estoy haciendo, por lo que es una ironía redundante.

    Yendo al grano, que sino no habrá semilla nueva.

    En estos días he andado en esas donde parece que todo a tu alrededor te asfixia y agobia entre actos que no se agotan siquiera tras telón, en una obra sin pausa. Quien me conoce sabe, mi eterna frase es que siempre debemos conservar una mente positiva.

    Aún lo creo así. No estoy diciendo que no haya un algo hermoso detrás de todo, sino que al contrario, es así. Pero, nosotros mismos nos enjaulamos en estupideces que excusan el atrevernos a ver lo hermoso por temor, duda, comodidad o el sinfín de razones que podrían haber, que nos hacen sentir que es correcto ir al camino fácil de generar una socapa a nuestra falta de osadía.

    Sí, osadía. Pues les diré un secreto. No hay nada más difícil que permitirte a ti mismo ser y ver el mundo en sus mejores facetas.

    ¿No me crees? Entonces inténtalo.

    Asimilar cómo cada minuto, cada circunstancia aunque golpee, rompa y grite, por más injusto e indebido que sea, puede tener un algo positivo, si se le percibe y enfoca de la manera «correcta».

    Y que conste, eso no significa que porque pueda tener una utilidad positiva o verse desde un ángulo prometedor, implique que dichas atrocidades sean gratas y justas.

    No se debe confundir el caos hermoso y necesario para un equilibrio existencial con las injusticias y atrocidades infundamentadas.

    Por lo que, volviendo al versículo de mi registro existencial, estos días con su extremo dilema y notorio escrutinio de los Dioses junto al universo mismo por ver quien vencería entre Yo y la Adversidad (lo sé, que egolatría la mía), terminamos en una encrucijada de esas donde hemos traspasado la neblina y cruzado la marca de meta en la carrera, pero hemos seguido avanzando a marcha larga, sin fijarnos siquiera quien ha ganado…

    Y es que al final del asunto, ¿acaso dicho reconocimiento haría alguna diferencia?