Etiqueta: Habla interior al descubierto

  • La Cajita de Recuerdos

    La Cajita de Recuerdos

    ¿A donde van todos los recuerdos olvidados?

    Esos que aunque parecían insignificantes, eran preciados…

    ¿A dónde fue esa tarde bajo el sol, en el que coloreaba en mi cuaderno con crayolas? ¿Y esos amigos que un día fueron y que el tiempo se llevo?

    ¿Dónde se esconden esos días con la lluvia, en el que mi muñequita de trapo me acompañaba a ver la gotas caer del cielo?

    ¿Dónde?

    ¡Díganme donde por favor!

    ¿A dónde fue esa primera vez que a alguien le dije un te quiero sincero?, ¿Quién ha hurtado ese primer beso que pudo detener el tiempo?

    Nuestra primera clase del colegio y esas lágrimas de mamá como si fuese una despedida de por mil años.

    ¿A dónde fueron?

    ¡Les ruego, me digan donde!

    ¿Y esas cosquillas que me hacia mi abuelo para que parara de llorar?

    ¿Y el osito de peluche que me acompañaba de noche para que no sintiese soledad?

    ¿Dónde?

    Díganme dónde, pues exijo saber.

    ¡¿A dónde se fue el tiempo que marco el reloj?!

    Todos esos días a los que les dijimos adiós.

    Todos esos abrazos y esos juegos de princesas. Mundos irreales a la mirada del expectador.

    Quizás metidos en una cajita de recuerdos, que recolecta nuestro ayer y lo protege de los malos pensamientos, para que si un día queremos volver solo debamos soñar y ellos podrán venir, acompañados de la mano de nuestra imaginación que nos lleva a aquellos pasos que ya no tienen repetición.

    ¿Y a dónde fue tu amor que tanto yo creía necesitar?

    ¿Dónde esta tu regreso que tanto yo anhelaba?

    ¿A dónde fueron las lágrimas de cristal que rodaron por mis mejillas?

    ¿Acaso huyó la magia aterrada por su intesidad?

    ¿O será… que se esconde arriba de la lacena donde metían las galletas?

    Esa sensación de momento perfecto. Esa certeza de que todo está correcto.

    ¿Dónde?, ¿dónde?, ¿dónde?

    Dime, ¿Acaso tú lo sabes?

    Se fue… ¿Eso es?

    ¿Se fue para nunca volver?

    ¡Y que descaro!

    Ya lo he descubierto. Se ha ido o eso siento. Todo en su maleta ha decidido empacar.

    Se llevó las risas sin sentido y mis risos de resortera.

    El buenos días sol por la mañana y el hola luna a la hora de descansar.

    Ahora todo cambio.

    ¿Dónde se esconde?, ¿Sabes dónde?

    Si lo sabes, prefiero no saber.

    Solo te pido le preguntes, ¿al irse por que ha querido recoger los tiempos de música y danzón, el consuelo y los tragos de un chocolate con turrón?

    Ya no jugamos con muñecas ni imaginamos ser sirenas.

    No le hacemos muecas al heladero y las dietas se vuelven nuestro galardón.

    El colegio es mas imagen que aprender y ya no podemos ser libres de ser nosotros mismos bajo el régimen de una sociedad con hacha de verdugo.

    Aun soy joven pero mi alma se siente vieja.

    Extraño mi pasado ya pesado, con mis trenzas de salvaje y el beso de las buenas noches. Las contadas de estrellas y esas amistades que decían ser para siempre.

    ¿Cómo será en unos años cuando ya mayores vayamos a ser?

    Cuando se haga ese «sueño» que imploran algunos pero que tanto todos tememos.

    Crecer.

    Parecemos Peter Pan.

    Imaginamos ser grandes pero no queremos dejar lo que somos.

    Que ingenuos pensamientos, sin saber el valor de la niñez.

    El tiempo vuela y consigo se lleva la vida. Al principio parecen minutos y luego serán siglos.

    Vendrá el irrevocable Adiós a esta vida, tu última huella.

    Tememos lo que pueda pasar pero la verdad es que también lo ansiamos.

    Lo que viviremos nos llama la atención. Nos engatusa, nubla y enceguece.

    Nos hace ignorar el ahora.

    Mejor es no perder tiempo en el mañana, pues aún no llega. Y el día que lo haga, será el último.

    Hagamos lo que hagamos no sabremos que será hasta que llegue.

    No perdamos tiempo en el ayer porque mientras recordamos el ayer nuestro hoy se vuelve parte de el y nuestro mañana se vuelve el hoy.

  • LOS ALCANCES DEL ARTE

    LOS ALCANCES DEL ARTE

    Muchos saben juzgar, pero pocos, muy pocos dan cumplidos sinceros.

    Tengo 14 años y desde que tengo memoria he adorado el arte.

    Escribir, cantar, bailar, dibujar, tomar fotografías… El tan solo observar un árbol al moverse por el viento parece un toque de las musas.

    El problema es que no todos comprenden mi pasión y mi entrega al arte. Le etiquetan de absurdo e ilógico.

    En verdad, si nos permitimos observar, notaremos que el integro absoluto, sin ninguna excepción, es arte.

    Todo es bello si le sabemos apreciar.

    El problema de nuestro mundo es que nos hemos cegado. Hemos ocultado lo que sentimos, pensamos, vivimos o en verdad deseamos…

    ¿Parece algo atroz?

    Lo peor de todo no es que le ocultemos, sino que hemos llegado a un nivel tal en el que lo encubrimos a nosotros mismos y ya no sabemos que somos ni que queremos.

    En los tiempos antiguos el arte era una ofrenda y también una bendición. Por milenios fue atesorada como lo mas importante que pudiese existir.

    Luego, fue decayendo y comenzamos a dividir. A creer que podemos juzgar quien puede ver y quien no, según el mero juicio individualista y ególatra. 

    Déjenme decirles que, aquellos que se atreven a decir que algo es o no es hermoso…. Que algo no se le puede decir magnifico, por que a su perspectiva es nulo…. Aquellos que se creen capacitados de decir que sirve y que no, están equivocados.

    Si abrimos nuestra mente, nuestros ojos y nuestro corazón, nos daremos cuenta de las barreras que nos han impuesto y que nosotros mismos aceptamos a causa de éstas.

    Veremos cuantas veces nos dijeron que algo es imposible, que nada es perfecto, que no somos capaces, que no es para nosotros… Pero la verdad, es que el único que puede impedirnos, que puede limitarnos, somos nosotros mismos.

    Podremos notar como día tras día, miles de grandes artistas son llamados basura humana por ver el mundo con ojos diferentes.

    El cómo humillan a aquellos que quieren su libertad de expresión, que intentan demostrar que al no ser perfectos, lo son. Porque la perfección es algo imaginario así como lo imposible.

    ¡Nada es imposible! Y por lo tanto, nada es perfecto. Eso en sí, es lo que lo hace perfecto.

    Suena cómo una antagónica, ¿cierto?

    Se refiere a que al nada serlo, nada es igual y si nada es igual, todos somos únicos y al ser únicos somos «perfectos».

    Lo mismo pasa con lo que creamos, con nuestras artes individuales. Son únicas y representativas, una muestra de lo que somos, pensamos y sentimos. Son perfectas y hermosas tal cual son y nada ni nadie puede cambiarlo o decir lo contrario.

    Como un gran ejemplo tenemos el graffiti.

    Muchos solo ven trazos de colores al azar, ofensas o dibujos y caricaturas sin sentido.

    Pero, si miráramos mas allá, presencias la compleja simpleza de la expresividad en el arte urbano. El sentimiento tangible de su creador. ¿Acaso eso no es arte?

    El garabato de una niña a su maestra, un pastel recién salido del horno, el movimiento de las hojas de la palmera y los cielos en el ocaso. Todas son demostraciones del arte en su forma más pura.

    La vida y la muerte. El ser humano en su forma absoluta. Respirar. Reír. Llorar. El reflejo cuando miras al espejo. Todos y cada uno de nosotros. Todos somos arte. Todos somos perfectos.

    Es hora de volver a renacer el arte y dejar las barreras a un lado.

    De amarte. Tu eres la mayor demostración en tu vida de que la perfección existe aún sin poder ser definida. ¿Por qué?, porque todos y cada uno de nosotros, dentro o fuera del planeta al que llamamos hogar, somos cómo debemos ser.

  • MOMENTOS

    MOMENTOS

    Esos momentos en que sentimos que no podemos hacer nada para que quienes amamos estén bien…

    Que aunque nos miren y nos digan que nada sucede sabemos que sufren.

    Momentos en que nos sentimos inútiles para quienes nos importan y aun mas para nosotros mismos.

    En los que lo más oportuno es ocultar nuestro sufrimiento para que al menos puedan sostenerse de nuestra fuerza, quizás solo aparentarlo.

    Esas veces en que escondemos lo que pensamos para no herir a los otros.

    Los instantes en que dijimos cosas de las que nos arrepentimos y otras en las que no dijimos lo que debíamos decir y se hizo tarde.

    Momentos en los que seriamos capaces de dar nuestra vida por la de nuestro ser amado.

    Aquellos que jamas quisiéramos olvidar. Que aunque sean hermosos a veces pueden dolernos.

    En ocasiones como un dolor que nos da fuerzas y otras, que nos destroza desde nuestro interior. 

    Días en que no entendemos que sucede o que por mas que intentemos explicarle a los otros lo que sucede no podemos lograrlo.

    Momentos de los que nos arrepentimos toda la vida y otros que jamás vivimos.

    Situaciones que podrían haber pasado pero no ocurrieron.

    Lágrimas y sonrisas que se mezclan en el pasado y otras que jamás se mezclaran.

    La vida puede ser bella y también tortuosa.

    Siempre estará llena de momentos que pasarán y de otros que no ocurrirán.

    De momentos que debieron ocurrir y no sucedieron… Tal ves por culpa nuestra o tal ves por la suerte, el destino o por un error.

    Y de otros momentos que deseamos borrar, que nunca debieron suceder, momentos que si pudiésemos volver al pasado serian lo primero que cambiaríamos.