Categoría: FILOSOFEANDO ANDO

  • Pensamientos de una Hikikomori Occidental

    Pensamientos de una Hikikomori Occidental

    ¿Alguna vez te has detenido a observar, escuchar o siquiera intentar entender un poco el que ocurre dentro de las mentes de los otros?

    Constantemente veo a las personas pasar de largo a los otros más allá de superfluas comparaciones absurdas con la idealización de sentirse superiores a base de la mediocridad ajena.

    El mundo se torna en un caos tan abismal y abrupto, que no logras deducir cuando alzará ni cuando se hincará en tu espalda la colina.

    Que conste, lo caótico a menudo es hermoso, desafiante y por sobretodo, tentador. Normalmente, es la resistencia a esa tentación, bajo el reconocimiento de lo que es realmente útil a la existencia personal individualista, lo que te hace reconocer tu propio espacio libre de escrúpulos que desequilibran los metódicos plazos establecidos.

    Tu cuarto es de esos espacios que puedes reconocer como tuyos, como parte de tu identidad. Lo que le compone es un trozo indiscutible de tu existencia lejana de las miseras migajas que se esconden de ti esparcidas por el mundo.

    Las personas dicen que al no salir nos aprisionamos, como en una tortura auto-impuesta… Pero no es así.

    En ese pequeño trozo del mundo podemos buscar en nuestra alma, encontrarnos a nosotros mismos; resguardar los pensamientos y liberar las ideas. Es un espacio donde podemos gritar sin sentirnos mudos, luchar como héroes en nuestras propias contiendas, bailar el compás que nuestros pies exijan y soñar con lo que fue y será.

    Esa supuesta prisión no se encuentra en una habitación sino en una idea. Un simple trozo de tu pensamiento que puede perseguirte hasta el fin de tu existencia. Una pequeña pieza rota del rompecabeza, que te hará sentir eternamente ese espacio vacío sin llenar, que solo puede encontrarse en tu rincón del mundo.

  • Desconocidos en las entrañas

    Desconocidos en las entrañas

    Hoy me encuentro cautiva ante la idea de lo que un completo extraño puede impactar en la existencia.

    Una simple frase, una leve ausencia de aquello que empezabas a querer reconocer como símbolo de pertenencia y eso es todo, has caído.

    De pronto, pasa a ser un algo absoluto. Tan yacente en tu vida, que tu propia presencia podría ser considerada en segundo plano.

    Suena loco, ¿cierto?

    Pero tiene un sentido, una razón, una coherencia entre hechos. Al menos eso me digo a mi misma.

    Darle tanto poder a algo ajeno y sin fundamentos sería iluso. Pero una acción ilusa respaldada es un algo aceptado que se suele disfrazar en una negación de lo que es realmente. Un engaño a uno mismo tan ingenuo que seduce las entrañas al punto de entrelazar hilos de fantasía.

    Y ahí, en esa región finita de caótica cautela y añoranza que atrae cual gravedad tus pensamientos en vuelo hasta la idea de esa representación «desconocida», cual un agujero negro supermasivo que te captura dentro de sus hiedras hasta convertirse en un solo ser…

    Ahí, en ese punto diminuto y finito que parece inagotable es que te reconoces y con ello, reconoces por necesidad de facto, no de iure, que necesitas conocerle.

  • Fe o Esperanza

    Fe o Esperanza

    Oficialmente me suscribo en el grupo “Me tirria la esperanza”, para así dar click al entendimiento y poder ingresar a la realidad humana más obvia.

    Simplemente la esperanza es ese veneno lucrativo, sucio y repugnante que surgió de la estúpida cajita de pandora, por no aprender a acatar instrucciones y que, por culpa de su insensatez, ahora los seres humanos tenemos que calarnos junto al remordimiento, la culpa y todas esas desfachateces.

    Entre estas, la peor de todas, la esperanza, que obliga a la fe a creer en algo inaudito, inexistente, malo o refutable, que al final, muchas veces lo mínimo que hace es lastimarnos y lo peor que puede hacer es acabarnos, hundirnos.

    La esperanza, contiene diferentes teorías dependiendo de a lo que esta respecta, pero, sin importar a donde se la mire, esta simplemente es lo mismo.

    Claro, a no ser que lo observes en el aspecto matemático, donde según es “El valor medio de una variable aleatoria o de una distribución de probabilidad”.

    La verdad, no entendía un bledo de lo que esto significa, pero luego de un análisis profundo, llegue a comprender que sea en religión, en ciencias o simple conocimiento mundano, es exactamente lo mismo.

    Digo y cito, así como nos explica el diccionario de la real academia española: Es un estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.

    Sea creado por nosotros o por otros, este estado de ánimo, a final de cuentas, lo que logra es terminar por destruirnos, al hacernos perder de la realidad y creer que algo es posible cuando no lo es.

    Claro, existe la fe, similar a esta pero no igual.

    La fe es creer en algo, mantener un ánimo de que es posible lo que deseamos y de que le podemos realizar, sin nublar nuestro juicio ni alejarnos de la realidad.

    Existe una pequeña línea invisible e indiscutible que divide entre Fe y Esperanza. Esta pequeña línea, diminuta, imperceptible a simple vista, es la que decide entre la locura y la cordura, entre la victoria o la derrota, entre lo que es y lo que no es.

    Pero, con el tiempo, desde aquella cajita de los males, se transverso el significado, sufriendo una transformación hacia un aspecto más que todo religioso.

    Terminó pasando a ser la creencia que un individuo le tiene a un algo, más que todo impuesto por una fama o autoridad; cuando en realidad, esta se refiere es al creer en algo con todas las fuerzas, pero sin alejarse de la visible realidad que el mundo plantea y, aun así permitiendo al individuo crear sus propios mundos con expectativas alternas o probables, pero realistas en cuanto a lo que el mundo se refiere, dando la posibilidad de vencer las barreras; a diferencia de la esperanza, que las vuelve invisibles, para así, cuando estamos ante estas, no solo impedir el paso sino derrumbar y mientras mayor sea la persistencia para atravesar, por no verla, más nos lastimamos.

  • ¿No morir, es vivir?

    ¿No morir, es vivir?

    El que absorbas oxígeno en tus pulmones. El que tu corazón no se haya detenido, permitiendo que la sangre siga fluyendo por tus venas. Nada de eso significa que esta vivo necesariamente.

    Si, significas que existes corporeamente, pero no significa que vives.

    El concepto de la vida desde el comienzo ha sido muy abstracto y diverso, ya que cada quien tiene su propia idea del «vivir«.

    En mi opinión puede haber «vivido» mas un niño de 10 años, que un anciano de 100.

    No necesariamente siempre es así ni refuto que la sabiduria puede hacerla la experiencia… Pero no necesariamente todos esos años de vida hayan sido aprendidos, a mi parecer.

    Por lo que me pregunto e indago aquí en mi sillón… ¿Ésto es cierto?, ¿Por qué?

    Desde mi perspectiva, vivir significa hacer algo, dejar una marca. Aprovechar tus días, cumpliendo tu destino si tienes uno y si no, encontrar tu propósito y felicidad.

    Hace poco conocí a un pequeño, que a la edad de solo 7 años ya había experimentado situaciones que la mayoría no ha vivido.

    Sí. Hago énfasis en ello.

    No solo estuvo de paso cómo cuando recorres los pasillos del supermercado.

    Saboreó las facetas del hecho y aprendió de lo ocurrido. El día de hoy, es un niño de 7 años más hombre que muchas personas que he conocido.

    Atreviéndome al descaro de hacer juicio, a pesar de mis muchos fallos.

    Supuestos hombres, cronometrando los años encerrados en una cueva de almohadones.

    Sin salir a explorar. No el que les rodea, sino el que se esconde dentro de quienes son ellos mismos.

    Existen muchas formas de vida y maneras de encontrar tu camino. Esa peculiaridad es el privilegio que tenemos todos y cada uno, de lograr salir del laberinto y descubrir la pieza faltante del rompecabeza.

    Nosotros mismos.

  • TEORÍA APOCALÍPSIS

    TEORÍA APOCALÍPSIS

    ¡Nos encontramos ya en el año 2012!

    ¿Es cómo lo esperaban?

    Sea como sea, éste es un año que ha causado un gran impacto en el mundo y esta a punto de terminar.

    Muchos supersticiosos o creyentes religiosos esperan con ansias la llegada de esta fecha según la Apocalipsis.

    Muchos otros, les parece un tema indiferente que no tienen porque darle importancia y le ven como un año más.

    Otros, yo incluida, no vemos esta fecha de forma tan teórica y ruda.

    Le vemos como una fecha en la que en realidad NO se acabara el mundo. NO vamos a ver monstruos o zombies chupasangre caminando por las calles. NO va a venir una mano gigantesca a tumbar las ciudades y tomar el planeta y menos, vendrán unos aliens con cabezas en forma de frijol a inducirnos y dominar la tierra.

    ¡Esas son solo supersticiones!

    Y eso que quiero aclarar, soy una persona MUY supersticiosa. Pero no por eso, hay que ser crédulo.

    No digo que no existen. No digo que no fuesen posibles.

    Lo que digo es que NO hay que temer, nada «malo» pasara. Aunque no es cómo que no ocurran cosas atroces en todos los meses de cada año humano… Muchas de las cuales quedan ocultas en el olvido por la eternidad.

    Si fuese a pasar algo, ¿cómo sabes que no estará oculto de tal manera cómo todo lo anterior?

    Lo que si puedo decir es…

    ¿Cuántos meses hay en el año? 12.

    Y, ¿qué año es?, 2012

    Después vendrá 2013, 2014, 2015… De tal manera continúa. Pero, no caerá de igual manera por un largo tiempo… 

    ¿Cuánto apuestan que para entonces sacaran otra superstición o encontraran algún nuevo cálculo sobre esa fecha o dirán que habían hecho mal los previos?

    Así es el ser humano!! siempre buscando lo que NO se le ha perdido.

    El fin del mundo no vendrá. Simple y sencillamente porque nada se acaba, todo se transforma.

    Quisiera aclarar algo. Si son fechas importantes, que impactan a la humanidad, el planeta e incluso puede que al universo mismo. Pero eso es otro tema.

    Aquí lo que debatido es que, lo que al humano le gusta mas es ir en contra de la naturaleza y su voluntad. Todo en éste mundo está en constante cambio pero nunca se acaba. Que su transformación le vuelva irreconocible ya es otra cosa.

    No intento ni deseo ofender ninguna creencia ni traer ningún problema. Esta es solo mi opinión que deseo compartir, puedo haber errado.

    Aunque para mi, ésta es mi verdad.

    Pase lo que pase, ¿qué importa?

    No podemos detenerlo, así que dejemos de perder tiempo en pensar ¿qué pasará?. Enfoquemos en el presente, vivir el ahora. No perdamos la vida pensando en el mañana mientras es hoy se convierte en el pasado.

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